A puntito
Cómo me gustaría...
... aprender a pasar pelis a DVDs (que hagan un programa a prueba de inútiles YA).
... que la gente fuese más sincera y dejase de decir que el dinero no le importa (cuando es el dinero uno de los grandes motores de la vida).
... no volver a encontrarme una cana hasta dentro de 10 años (la primera me traumatizó durante semanas).
... que la televisión tuviese mayor calidad.
... dejar de pensar que todo el mundo tiene el manual de instrucciones de la vida menos yo.
... toparme con un chico que merezca la pena sin ser ni gay ni casado ni similares (milagros a Lourdes, no?)
... toparme con un chico que merezca la pena sin ser ni gay ni casado ni similares... que me aguante (Sí; vale. Milagros a Lourdes.)
... poder deshacerme de las cosas y la gente que sobra en mi vida sin sentirme culpable.
... acertar una Ebromillonaria.
... que volviera el grunge.
Dedicado
Piticlín Piticlín
Sin embargo, ahora le estoy cogiendo manía al móvil. Cada vez me gusta menos hablar por él, por eso me limito (en lo posible) a enviar mensajes. Muchos, eso sí, porque me parecen más prácticos; con los mensajes voy al grano y evito las pausas eternas y llegar a un momento en el que no sé qué más decir. Esto me pasa sobre todo con quienes en persona tampoco hablo demasiado o ni me inspiran ni me brindan demasiada confianza. Por ejemplo, en mi cumple recibí un montón de llamadas felicitándome, de las cuales al menos el 80% fueron hechas por compromiso o por cortesía (eso que vulgarmente se llama "quedar bien"). Y cuando las dos partes saben que están manteniendo una conversación muy poco natural, es casi inevitable que llegado un momento una de las dos "pinche". Normalmente suelo ser yo. Empiezo a soltar un montón de "bueeenos" y "pues naaaadas", a aturullarme, a hablar sin decir realmente nada, o a preguntar dos veces lo mismo. Supongo que es una falta de seguridad en mí misma para poder continuar de manera hipócrita con una conversación que preferiría no estar manteniendo, porque sé que es forzada, o porque sé que entre mi interlocutor y yo existe una falta de intereses comunes.
Arabesque No. 1
Porque me trae recuerdos felices.
Porque es Debussy.
Porque para muchos de nosotros ES el "Planeta Imaginario" (...y yo vivo en uno).
La recaída II
Ni frío ni calor
Trapitos
Maldiciones
Bon Voyage
Si pudiese, estaría encantada de gastar en viajes lo poco que gano. Para mí, recorrer mundo es uno de los mayores placeres que existen. Viajo muchísimo menos de lo que quisiera, y cuando lo hago suele ser a sitios en los que ya he estado, porque siempre encuentro algo nuevo en ellos, pero la verdad es que me gustaría empezar a ampliar horizontes.
Nunca he entendido a quienes pudiendo, no muestran ningún interés por conocer qué hay más allá de las cuatro paredes de su casa. Lo respeto, pero no lo comprendo. Con lo enorme que es el mundo, con la de cosas, gente, ciudades, costumbres etc diferentes e interesantes que existen en él, ¿cómo alguien puede dejar pasar toda la vida sin conocerlo?
Desde niña mi abuela materna soñó con ser piloto de avión para ver la Tierra lomo lo hacen los pájaros y conocer lugares nuevos; aunque económicamente se lo hubiese podido permitir, la mentalidad arcaica de su época y el matrimonio con mi abuelo fueron los que finalmente la dejaron en tierra. Literalmente, porque mi abuela lleva 86 años deseando subir a un avión, y ahora que mi abuelo ha perdido el uso de razón, ella se encuentra con problemas médicos que probablemente terminen de arruinar su ilusión.
Aire
... y aquí está el susodicho en la actualidad. Demos gracias a que no hay que lamentar un declive físico como suele ocurrir con tantas estrellas y estrellados del pop de antaño. (Me encanta esa chaqueta)